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Mariacristinagrisolia

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LO FANTÁSTICO EN BORGES Y CORTAZAR

Audiolibro Jorge Luis Borges La casa de Asterion. Untitled. LO FANTÁSTICO EN CORTÁZAR Y BORGES. La casa de Asterión - Jorge Luis Borges. [Cuento.

La casa de Asterión - Jorge Luis Borges

Texto completo.] Y la reina dio a luz un hijo que se llamó Asterión.Apolodoro: Biblioteca, III,I Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, pero también es verdad que sus puertas (cuyo número es infinito)1 están abiertas día y noche a los hombres y también a los animales. El hecho es que soy único. Claro que no me faltan distracciones. No sólo he imaginado esos juegos; también he meditado sobre la casa. Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. El Sol de la mañana reverberó en la espada de bronce.

-¿Lo creerás, Ariadna? Continuidad de los parques. [Cuento.

Continuidad de los parques

Texto completo.] Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías, volvió al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón favorito, de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos.

Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la cabaña. Las ruinas circulares - Jorge Luis Borges. Nadie lo vio desembarcar en la unánime noche, nadie vio la canoa de bambú sumiéndose en el fango sagrado, pero a los pocos días nadie ignoraba que el hombre taciturno venía del Sur y que su patria era una de las infinitas aldeas que están aguas arriba, en el flanco violento de la montaña, donde el idioma zend no está contaminado de griego y donde es infrecuente la lepra.

Las ruinas circulares - Jorge Luis Borges

Lo cierto es que el hombre gris besó el fango, repechó la ribera sin apartar (probablemente, sin sentir) las cortaderas que le dilaceraban las carnes y se arrastró, mareado y ensangrentado, hasta el recinto circular que corona un tigre o caballo de piedra, que tuvo alguna vez el color del fuego y ahora el de la ceniza. Ese redondel es un templo que devoraron los incendios antiguos, que la selva palúdica ha profanado y cuyo dios no recibe honor de los hombres. El forastero se tendió bajo el pedestal. Lo despertó el sol alto. El propósito que lo guiaba no era imposible, aunque sí sobrenatural. 3441 13612 1 PB. Axolotl. Hubo un tiempo en que yo pensaba mucho en los axolotl.

Axolotl

Iba a verlos al acuario del Jardín des Plantes y me quedaba horas mirándolos, observando su inmovilidad, sus oscuros movimientos. Ahora soy un axolotl. El azar me llevó hasta ellos una mañana de primavera en que París abría su cola de pavo real después de la lenta invernada. Bajé por el bulevar de Port Royal, tomé St. Marcel y L’Hôpital, vi los verdes entre tanto gris y me acordé de los leones. En la biblioteca Saint-Geneviève consulté un diccionario y supe que los axolotl son formas larvales, provistas de branquias, de una especie de batracios del género amblistoma. No quise consultar obras especializadas, pero volví al día siguiente al Jardin des Plantes. Fue su quietud la que me hizo inclinarme fascinado la primera vez que vi a los axolotl.

Y sin embargo estaban cerca. Parecía fácil, casi obvio, caer en la mitología. Les temía. Ahora sé que no hubo nada de extraño, que eso tenía que ocurrir. Axolotl, Julio Cortázar.