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Cultura com a dret

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Qué cultura queremos y cómo pagar por ella. ¿Es la cultura un bien de interés general? ¿Qué tipo de cultura queremos? ¿Hay que pagar por ella o debería ser gratis? Creo que estas son preguntas que habría que hacerse (y responderse) antes de lanzarse a tumba abierta sobre algunos debates apasionados, aunque poco apasionantes por lo enrocadas de las posiciones, sobre si la razón la tienen las discográficas, los creadores, los consumidores, los ciudadanos, o ninguno de ellos. Simplificando mucho, una primera opción consiste en considerar la cultura como un bien de interés general: es bueno que tengamos cultura, y cuánta más mejor. Una segunda opción es considerar los bienes y servicios culturales como un bien/servicio de consumo como cualquier otro: la cantidad de bienes y servicios culturales y su precio se decidirán, entonces, por la ley de la oferta y la demanda.

Crucemos ambas variables: Algunos comentarios sobre la tabla. Otro aspecto a considerar es cuando el coste lo soporta el creador. Drets culturals. Cambios en la gestión pública de la cultura: de la cultura como derecho a la cultura como recurso | YPSITE BLOG. Entre la ola de medidas y recortes de carácter neoliberal que se han estado llevando a cabo en el Estado español durante los últimos años casi ha logrado pasar desapercibido uno de los cambios más importantes en la historia de las políticas culturales contemporáneas: la cultura ha dejado de entenderse y gestionarse como un derecho para pasar a considerarse un recurso. La progresiva desarticulación del Estado de bienestar que estamos experimentando se caracteriza por la progresiva privatización de servicios y competencias públicas, poniendo en mano de los mercados elementos tan necesarios como la salud, la educación o como veremos a continuación, la cultura.

Es por ello que propongo unas reflexiones en torno a este proceso y sobre la necesidad de pensar en mecanismos para contrarrestar esta realidad desde movimientos que luchan por una cultura libre. Lo más llamativo de todo este proceso es que se promueve la creación de un sector económico que nunca ha demostrado ser viable. Apunts per a un canvi sistèmic: de la cultura com a recurs a la cultura com a dret. A propòsit de cambios en la gestión pública de la cultura: de la cultura como derecho a la cultura como recurso de Jaron Rowan (@sirjaron). La lectura de l’article de Jaron, sempre suggerent i motivador, ens ha animat a una xerrada de cafè i tabac sobre el treball públic en cultura i en què podem fer una mica d’autocrítica en relació al que fem, com hem arribat fins aquí i si podem fer alguna cosa per canviar-ho. Sobre els orígens de la idea d’Indústria cultural no entrarem perquè Jaron ja ha escrit molt encertadament sobre això a Emprendizajes en Cultura (descarregable en pdf i que recomanem des d’aquí) però sí afegim alguns apunts… Un problema de metonímia entre d’altres… La política neoliberal i la invasió subtil del neoliberalisme ha fet que prenguem la part pel tot i parlem de cultura de forma reduccionista refererint-nos massa sovint a entreteniment, espectacle o indústria reproductora de productes de consum ràpid menystenint altres formes de fer cultura.

. - No volem ser rendibles. La cultura como derecho y no como recurso. “La cultura es la mejor revolución. Seguramente por eso a los Gobiernos mediocres y dictatoriales les espanta la posibilidad de un pueblo educado, culto, con preparación, con criterio” comenta Javier Pérez de Albéniz en el libro colectivo “Reacciona”, de obligada lectura. La palabra de moda es “recortes”. Se menciona con alegría, incluso con pasión. Siempre en la misma dirección: menos Estado, más gestión privada. Estrategia perfectamente orquestada desde los grandes grupos económicos, controladores de unos medios de comunicación a su servicio, secundados por una clase política que parece estar al servicio de éstos y no de la ciudadanía. Nuestro mínimo “Estado de Bienestar” se desvanece, nada comparable al de Suecia, Alemania o Francia, apostando por recetas dictadas por los causantes de la crisis.

No parece que queramos aprender. Las industrias culturales parecen ser las grandes enemigas de la cultura. En busca de una alternativa a la cultura mercantil. La crisis no es sólo cuestión de debacles bursátiles, estallido de burbujas inmobiliarias y rescates bancarios. Los modelos culturales, altamente empapados de las reglas del mercado neoliberal, también sienten su particular crash. "La crisis será enfrentada por el sistema con los recursos a su alcance: recortes, control, entrega de soberanía a medios financieros y corporativos. Pero para la gente es una oportunidad de generar un nuevo marco de relaciones, de rescatar su posibilidad de constituir nuevos proyectos sociales. La Tabacalera puede cumplir un papel de apoyo a ese proceso de investigación social.

Como modelo experimental, resulta también apropiado a ese aspecto de la crisis", asume Mariví Sontes, portavoz del Centro Social Autogestionado Tabacalera de Madrid, cedido por el Ministerio de Cultura en febrero de 2010. La firma del acuerdo para ampliar la cesión del inmueble está en suspenso Allí se presentará este miércoles el dossier La Tabacalera. El edificio se activa.