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Bacterias

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La batalla microbiana por el hierro. El hierro, ya un recurso crítico para las guerras humanas de la antigüedad, en las que forjar el mayor número posible de espadas con este metal era fundamental para cada bando, también es vital, aunque por razones distintas, para los microorganismos que intentan iniciar una invasión y las células que procuran impedirla. Los resultados de una nueva investigación acaban de resolver, al menos aparentemente, un debate de cuatro décadas sobre el papel exacto del hierro durante una invasión bacteriana a un tejido animal.

La investigación, dirigida por Phillip Klebba, profesor y jefe del departamento de bioquímica en la Universidad Estatal de Kansas, Estados Unidos, aclara cómo ciertos microbios logran invadir con éxito un organismo animal gracias a lograr apropiarse del hierro presente en éste. Lo descubierto en este estudio también aporta nuevos y reveladores datos que podrían utilizarse para idear formas de evitar ese control bacteriano del hierro. Una bacteria Escherichia coli. Un proyecto titánico para catalogar las especies de microbios de la Tierra. En cada uno de nosotros viven 100 billones de microbios. Mil billones de trillones viven en los océanos. Teniendo en cuenta además el aire, los vegetales, el suelo y los animales, la cantidad de microbios se vuelve casi inimaginable. Una iniciativa llamada Proyecto Microbioma de la Tierra (Earth Microbiome Project), dirigida por Jack Gilbert en el Laboratorio Nacional estadounidense de Argonne, y que incluye a científicos de todo el mundo, está haciendo frente a la colosal tarea de catalogar el ADN de las especies de todos esos microbios.

Los microbios desempeñan un papel muy importante en la salud humana, pero lo que sabemos sobre ellos es apenas un pedacito de la punta del iceberg. El Proyecto Microbioma de la Tierra es el mayor proyecto de secuenciación que se ha emprendido a día de hoy. La metagenómica es un campo relativamente nuevo en el que se trabaja con ADN obtenido directamente de una muestra del entorno. El microbio Staphylococcus aureus. ¿Las bacterias son seres sociales? Una nueva investigación sobre si las bacterias tienen organización a escala de población en la naturaleza, revela que estos microorganismos pueden tener estructuras sociales similares a las de plantas y animales. Los autores del estudio analizaron interacciones hostiles entre bacterias. En estos actos, las bacterias producen sustancias que usan como arma química, para obtener una ventaja competitiva al obstaculizar directamente la supervivencia de competidores potenciales.

Esto suele ocurrir cuando hay bacterias que compiten por la misma parte de su hábitat. Los resultados de la investigación muestran que algunos individuos en grupos de bacterias estrechamente emparentadas tienen la capacidad de producir compuestos químicos que matan o detienen el crecimiento de otras poblaciones de bacterias en el entorno, pero que no perjudican a su propio grupo. Bacterias de la familia Vibrionaceae.

(Foto: Thinkstock) Información adicional. Entre 15 y 20 gérmenes se encuentran en un metro cúbico del aire que respiramos. Los cambios bruscos de temperatura registrados en los últimos días incrementan la incidencia de alergias respiratorias. En caso de sobrepasar las 24 horas se recomienda tomar precauciones ya que estas alergias pueden convertirse en una infección respiratoria aguda (IRA) e incluso neumonía, advirtieron especialistas del hospital Dos de Mayo (Perú). En este sentido, Alfonzo Uribe Barreto, integrante del Servicio de Neumología, informó que aproximadamente el 5% de la población sufre de algún tipo de alergia y estas son hereditarias, pues existe predisposición genética de padres a hijos.

Asimismo, dijo que no existe una cura directa o vacuna para evitarlas. Uribe Barreto explicó que los agentes que complican un cuadro alérgico pueden ser virales o bacterianos, aunque se manifiestan con mayor frecuencia en los cambios de estación debido a la presencia de alérgenos como polen, humedad y polvo. Alergia. Copyright © 1996-2014 Amazings® / NCYT® | (Noticiasdelaciencia.com / Amazings.com). Los escondites salinos de las bacterias del río Tinto pueden ser como los de Marte. Las altas dosis de radiación, la falta de humedad, así como la temperatura y presión extremas que soporta la superficie de Marte, hacen difícil el desarrollo de la vida. Dentro de este ambiente tan hostil, los científicos buscan nichos más ‘amigables’ que pudieran guarecerla y uno de los candidatos son los depósitos salinos.

Ahora un equipo del Centro de Astrobiología (CAB, INTA-CSIC), en España, ha analizado un ambiente de este tipo en la Tierra: las costras de sal asociadas a un mineral con azufre y hierro denominado natrojarosita. Se encuentra en la cuenca del río Tinto, en Huelva, y es muy similar a otro detectado en Marte: la jarosita. Su presencia revela la existencia presente o pasada de agua. “Los depósitos salinos son buenos ‘albergadores’ de restos biológicos, e incluso de vida en sí misma, en situaciones muy adversas”, destaca a SINC Felipe Gómez, coautor de este trabajo que publica la revista Planetary and Space Science. Descubren un factor clave de la robustez de la bacteria del cólera. Un equipo de biólogos ha logrado un importante avance en la investigación sobre la manera exacta en que el cólera ataca al cuerpo. El descubrimiento podría ayudar a los científicos a diseñar nuevos tratamientos para esta enfermedad intestinal responsable de la muerte de más de 100.000 personas cada año.

La enfermedad está provocada por la bacteria Vibrio cholerae, que es capaz de colonizar el intestino generalmente después de que la persona haya consumido agua o alimentos contaminados. Una vez que la infección se estabiliza, la bacteria secreta una toxina que causa diarrea acuosa, y finalmente la muerte, si no es tratada con urgencia. La colonización del intestino es difícil para las bacterias entrantes, ya que tienen que ser muy competitivas para lograr conquistar un medio en el que ya están aposentadas billones (millones de millones) de bacterias de otras especies. Bacterias Vibrio cholerae. (Foto: CDC) Copyright © 1996-2014 Amazings® / NCYT® | (Noticiasdelaciencia.com / Amazings.com). Bacterias que viven en tu taza de café. Por: Redacción Quo Miércoles 15 de febrero de 2012 Las bacterias pululan por toda la oficina con la libertad de un empleado de confianza. Ningún escritorio sucio estaría completo sin la taza llena a medias con café, que es un medio de cultivo ideal para los velludos hongos y las bacterias.

“El café es un sustrato biológico perfecto”, afirma Charles Gerba, profesor de microbiología de la Universidad de Arizona, quien usa vasos desechables en su oficina. Los resultados fueron perturbadores, por decir lo mínimo. En su opinión, es probable que esas tazas hayan sido contaminadas al “limpiarlas” con trapos de cocina sucios. Más allá de las tazas... Los olores que produce el moho al crecer, además de ser desagradables, pueden darles un mal rato a los que sufren de asma. La alfombra que se encuentra alrededor de la máquina para enfriar y calentar agua también puede ser medio de cultivo propicio para hongos y bacterias.

Los descansabrazos de la silla Son el lugar donde existe más contaminación. Cómo ciertas bacterias construyen refugios dentro de células del organismo que invaden. Hay bacterias infecciosas que son capaces de construir guaridas camufladas en las que protegerse, dentro de células que, por lo demás, están intactas. Las bacterias logran crear estos refugios intracelulares mediante la manipulación de un proceso celular natural. El equipo de Zhao-Qing Luo, de la Universidad Purdue, ha averiguado cómo un par de proteínas de la bacteria Legionella pneumophila, causante de la legionelosis, altera una proteína del organismo atacado con el fin de desviar materias primas dentro de la célula para su uso en la construcción y ocultamiento de una gran estructura que alberga a la bacteria mientras se reproduce. La modificación de la proteína del organismo atacado crea una especie de dique que impide a las proteínas alcanzar sus puntos de destino normales, donde se utilizarían como "ladrillos" para la construcción celular.

Como la vacuola contiene materiales naturales de la célula, el sistema inmunitario no la reconoce como una estructura forastera. Descubren 30 nuevos genes en el ambiente extremo de río Tinto. Los sistemas de drenaje ácido de minas o rocas son los ambientes acuáticos más ácidos y enriquecidos en metales tóxicos de la Tierra. En esas condiciones extremas, científicos del Centro de Astrobiología de Madrid (CAB, INTA-CSIC) han descubierto 30 nuevos genes implicados en la resistencia a metales tóxicos como arsénico y níquel.

Los genes pertenecen a microorganismos del río Tinto en Huelva, desde bacterias quimiolitótrofas hasta una gran diversidad de organismos eucariotas como algas y hongos. El estudio lo ha dirigido el investigador Eduardo González-Pastor en el marco del Programa Consolider Ingenio 2010 del CSIC. Los científicos han determinado que el descubrimiento puede ayudar a descontaminar espacios con abundantes metales tóxicos en suelos y acuíferos. Además, estos genes se pueden transferir a otros microorganismos que se podrán usar en distintos procesos industriales o en biominería. De hecho, Río Tinto se considera un análogo de Marte. El escabroso debate sobre el origen geográfico de la sífilis.

Determinar en qué parte de la Tierra surgió una enfermedad infecciosa que luego se propagó por el resto del mundo puede ayudar a conocer mejor los entresijos del microorganismo causante, y de este modo conducir a mejores vías de combatir a la enfermedad. Pero es un tema moralmente delicado, porque siempre hay gente empeñada en buscar culpables de la propagación histórica de una enfermedad, a veces con un tinte claramente xenófobo. Por eso, los resultados del estudio sobre el que hablamos en este artículo deben ser interpretados exclusivamente desde el terreno científico. La sífilis, por su imagen popular de enfermedad venérea delatora del estilo de vida de la persona enferma, estigmatizó socialmente a mucha gente en el pasado, además de por su condición de dolencia peligrosa, siendo comparable en algunos aspectos a lo que hoy es el SIDA.

El debate científico sobre el origen geográfico de la sífilis ha girado mucho últimamente en torno al inicio del contacto entre europeos y americanos. Bacterias terrícolas que podrían sobrevivir a un viaje espacial. ¿Podríamos colonizar otros planetas? Esa es una gran pregunta que el hombre lleva años plateándose mediante diversos experimentos como el famoso Biosfera 2. Teniendo en cuenta que el origen de la vida en la Tierra está en los organismos microscópicos, ¿por qué no plantearse el envío de "semillas" a otros planetas que permitan el desarrollo de condiciones propicias para la vida?

Lanzar desde la tierra cápsulas o meteoritos con bacterias y microorganismos podría ser una manera de propiciar la vida en otros planetas o, concretamente, en Europa uno de los satélites de Júpiter que, según algunos astrónomos, podría albergar bajo su capa helada un océano de agua salada. Puede sonar raro pero según algunos astrobiólogos, este método podría ser una forma de "provocar" la generación de las condiciones idóneas para la vida en otros planetas y, en un futuro, propiciar el establecimiento de seres humanos para avanzar mucho más en la exploración espacial.