background preloader

Articulos noticias notas

Facebook Twitter

Corrupción y crimen: INFORMADOR PÚBLICO: CRISTINA NO HACE CASO, SOBRE SU SALUD... Foto:www.relatodelpresente.com Fiel al estilo de su difunto marido, Cristina Fernández resolvió drásticamente rechazar las recomendaciones de sus allegados y colaboradores más cercanos y no aceptó tomarse unas vacaciones por tiempo indeterminado.

corrupción y crimen: INFORMADOR PÚBLICO: CRISTINA NO HACE CASO, SOBRE SU SALUD...

Pese a la seriedad del tema fue imposible doblegar su decisión y así se profundizó una situación de crisis que incuba reacciones impensadas durante los últimos tiempos. En realidad, aceptara o no, el problema se convirtió en una situación de Estado, en un tema institucional y político de obvia y especial magnitud. Por un lado, su enfermedad psíquica le genera una particular desinhibición que se traduce de varias maneras, entre ellas expresiones orales, frases y conceptos que en circunstancias normales nadie pronunciaría.

El denominador común de este problema agudo y tenso es que ni por asomo Boudou (Amado) puede hacerse cargo de la sucesión o el interinato. Cristina no hace caso. Lula, Mujica y una señora exitosa. Rogelio Alaniz José Mujica no me dejó mentir.

Lula, Mujica y una señora exitosa

Hace dos o tres semanas escribí en esta misma columna que el presidente uruguayo me había dicho en una entrevista que le hiciera en un club de barrio de una ciudad ‘cuyo nombre no me quiero acordar‘, que a un mandatario se lo valora por los dirigentes políticos que es capaz de formar. Pues bien, esta semana lo repitió en una conferencia de prensa. La traducción de esa frase es sencilla: un presidente capacita a quienes lo van a suceder, esto quiere decir que un presidente no se concibe como un Dios, como alguien cuya misión se confunde con la eternidad.

Un presidente -reitero- es un inquilino en la casa de gobierno, no un propietario. El objetivo de un presidente es gobernar bien. Años y siglos de despotismo nos han enseñado que nunca es bueno que alguien se eternice en el poder. A esta singular estrategia de poder, los epígonos del oficialismo la llaman ‘relato‘, ‘proyecto nacional y popular‘ o, simplemente, ‘ir por todo‘. ‘Exitosa‘. Una señora. Una señora que descalifica a jóvenes que estudian en Harvard porque le hacen preguntas incómodas, mientras no dice una palabra sobre los costos de los estudios de cine de su hija en Nueva York, estudios que fueron más un capricho de nena malcriada que una vocación real por el séptimo arte.

Una señora

Una señora que se da el gusto de desacreditar a la Universidad de La Matanza, olvidando que fue una creación del peronismo y que cuenta con un rector que ejerce ese cargo desde hace casi quince años y cuyo mandato académico se extiende hasta el 2017, un sueño que seguramente la señora quisiera realizar en su propio beneficio. Una señora que justifica su fortuna en nombre del éxito, identificando esa palabra con los brutales desalojos a los que sometían a los deudores hipotecarios en Santa Cruz -valiéndose para ello de la legislación de la dictadura militar- y a los negociados discretos y secretos realizados por ella y su esposo desde el poder nacional. ¿Ejemplos patéticos? Por qué creo que Néstor Kirchner se suicidó. Actualidad Por qué creo que Néstor Kirchner se suicidó Nunca pude digerir que en el ámbito de la construcción cobrasen lo mismo “vacío por lleno”.

Por qué creo que Néstor Kirchner se suicidó

Tampoco pude comprender cómo el mismo porcentaje de la misma porción del patrimonio del matrimonio de Cristina y Néstor Kirchner arrojase cantidades diferentes. Mucho menos admití que —hipócritamente— se sostenga que “no hay niño feo ni muerto malo”, pues Dios no me adjudicó la cualidad de cambiar el concepto de una persona después de muerta. Aunque me lo explicaran arquitectos y constructores, jamás me convencieron que costase lo mismo una pared de 3 x 4 m2 que otra de igual medida dotada de una abertura, mucho peor si encima se agregaba el valor de la puerta o la ventana y su colocación, aumentándome sensiblemente el costo final.

Néstor Kirchner murió como vivió. A no dudarlo, NK murió. Enrique Piragini.