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Letras

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Photo by elsatelitecr. Mantras. En una no­che es­tre­lla­da ha­c­ia lo inal­can­za­ble por los sen­ti­dos, acom­pa­ña­da úni­ca­men­te por la sed de nue­vos dí­as, to­mó su fl­au­ta pa­ra eje­cu­tar una can­ción. Sa­len las no­tas co­mo res­pi­ra­ción hu­ma­na, co­mo res­pi­ra­ción ve­ge­tal y ani­mal, co­mo la res­pi­ra­ción del mun­do. Cre­cen ro­zan­do ca­da vez más le­jos el tri­llo en ca­da pa­so, co­mo al­zan­do vue­lo so­bre el ai­re. Ca­da idea en on­das, le­tras en on­das, cons­tru­yen­do acor­des que se vuel­ven pá­rra­fos pa­ra el que es­cu­cha, que se con­v­ier­ten en es­pa­c­ios pa­ra el que ob­ser­va. La can­ción re­co­rrió to­das las ar­bo­le­das del bos­q­ue y to­dos los po­bla­dos en la cer­ca­nía. Cons­truí­da a tra­vés de pa­sión y no am­bi­ción, la can­ción es­tre­me­ció to­das esas per­cep­c­io­nes, in­clu­so la de los ár­bo­les, que se ob­ser­va­ban más pa­cí­fi­cos, te­n­ues co­mo la mú­si­ca que atra­ve­zó sus ho­jas, sus sen­ti­dos.

El humor es un cojín que amortigua el golpe de la realidad: Etgar Keret. Barcelona, España.- En los relatos de "De repente llaman a la puerta", del israelí Etgar Keret, hay hombres que sueñan siempre despiertos o niños que quieren matar a sus abuelas. Situaciones cotidianas aderezadas con un toque de absurdo y un particular sentido del humor con los que "amortiguar el golpe de la realidad". Keret, que ha viajado a España para presentar su último trabajo, ha explicado en una entrevista con Efe que el humor aflora "cuando existe un peligro", y reconoce que, si no hubiera dificultades, no aparecería.

"Es un cojín que amortigua el golpe de la realidad, algo que permite vivir de una manera que, si no, sería insoportable". Considerado una de las principales figuras literarias de su país, con fieles seguidores, el también guionista asegura que cuando era joven pensó qué modelos debía seguir y, tras leer a autores consagrados como David Grossman o a Amos Oz, llegó a la conclusión de que nunca podría ser como ellos. Universos que se encuentran. Por Bértold Salas Murillo para Literofilia bertold.salas@ucr.ac.cr Más allá de escritores y cineastas, los personajes de la literatura y el cine habitan y se mueven en la imaginación de lectores y espectadores Dos años atrás mi hija, que por entonces contaba con doce años, me pidió que le obsequiara Cumbres borrascosas (Wuthering Heights), de Emily Brontë. También quería alguna novela de Jane Austen, y mencionó Orgullo y prejuicio (Orgullo y prejuicio) y Sensatez y sentimientos (Sense and Sensibility).

Aunque en mi adolescencia solamente había leído el primero de los títulos, reconocí el común denominador de este con los otros dos —además de la nacionalidad de las autoras y cierta contemporaneidad biográfica—: los tres han sido, y probablemente serán, el punto de partida de piezas cinematográficas. Según supe después, ella no había visto ninguna de estas películas. No he leído, ni creo que lo haga, ninguna de las novelas de Meyer. Mencionaré nuevamente una experiencia personal. Untitled. Una vez. Una vez una es­fe­ra de fue­go que­ma­ba por com­ple­to mis aden­tros,y al­go a lo que lla­man ’mu­sa’ me di­jo que es­cri­b­ien­do se po­dríaso­lu­c­io­nar. Es­cri­bí. Mi ma­no tem­bla­ba con mie­do, era vir­gen en el ofi­c­io de com­po­nerfrag­men­to es­cri­tos.

Pe­ro la bo­la de fue­go se­guía ar­d­ien­do, era im­pa­ra­ble, vos sa­bés, cuan­do creés en al­go de lo que es­tás se­gu­ro, esa idea en tu ca­be­za que in­tuís que es cer­te­ra y que aca­bás de des­cu­brir, así sen­tía. Pu­se el lá­piz so­bre la ho­ja, y co­mo si ese ins­tan­te en el tiem­po y el uni­ver­so es­tu­v­ie­se di­se­ña­do es­pe­c­ial­men­te pa­ra eso, las fra­ses co­men­za­ron a sa­lir. Ese día com­pren­dí lo que es ser va­l­ien­te, no te­ner­le mie­do a na­da. Es­cri­bir se con­vir­tió en una puer­ta a la li­ber­tad, en un cons­tan­te lan­za­m­ien­to a la ex­plo­ra­ción de la pro­p­ia cons­c­ien­c­ia.

Cautivo. En­tró de prisa, cor­ría co­mo si al­go lo sigu­iera, nadie lo seguía. Cer­ró la puer­ta, lejos del es­cape tomó asien­to. El blan­co to­tal con­trar­resta­do por el paisaje al otro la­do de la soli­taria ven­tana, una sil­la, y una mesa de madera, era lo úni­co que hacía pres­en­cia en la habitación. Miró de re­o­jo para ase­gu­rarse soledad, sacó un pa­pel y un bolí­grafo que colocó so­bre la mesa, trans­for­ma­da aho­ra en lien­zo, con un ademán tem­bloroso, volvió a mi­rar de re­o­jo. No había nadie. Se re­servó el es­pa­cio mien­tras su mente res­guard­a­ba con re­cuer­dos translú­ci­dos las le­tras de Borges, un in­ven­tario de po­e­mas de Bennedet­ti, la vi­da que trascurre a la vista, y un­os ojos que ne­ga­ban irse de su la­do. Fue ahí en ese in­stante pre­ciso de la eternidad que comen­zaría a dibu­jar, mo­men­to en que de­s­cubrió las llaves que otor­ga el es­pa­cio.

Cuen­ta un an­ciano ami­go suyo que ju­gar a ser Dios le costó el mun­do a ese mucha­cho. Tipografía. Caracteres tipográficos metálicos. La tipografía (del griego τύπος típos, golpe o huella, y γράφω gráfο, escribir) es la forma gráfica de expresar el lenguaje. Se puede ver como el arte y técnica del manejo y selección de tipos, originalmente de plomo, para crear trabajos de impresión. El tipógrafo Stanley Morison lo definió como: Arte de disponer correctamente el material de imprimir, de acuerdo con un propósito específico: el de colocar las letras, repartir el espacio y organizar los tipos con vistas a prestar al lector la máxima ayuda para la comprensión del texto escrito verbalmente.Stanley Morison, Principios fundamentales de la tipografía (1929) Definiciones de tipografía[editar] La tipografía es el oficio que trata el tema de las letras, números y símbolos de un texto impreso (ya sea sobre un medio físico o electromagnético), tales como su diseño, su forma, su tamaño y las relaciones visuales que se establecen entre ellos.

Microtipografía o tipografía del detalle Macrotipografía. La comedia humana. La comedia humana (en francés, La Comédie humaine), es el título de uno de los mayores proyectos narrativos de la historia de la literatura: Honoré de Balzac (1799-1850), su autor, se propuso escribir 137 novelas e historias interconectadas que retrataran la sociedad francesa en el período que abarca desde la Restauración borbónica hasta la Monarquía de Julio (1815-1830). Semejante producción se justifica tanto por la popularidad de Balzac como escritor por entregas como por la constante necesidad de dinero que lo acuciaba.

Aunque el proyecto se vio truncado por la muerte de Balzac, éste dejó escritas 85 novelas completas que, por su profundidad, superan con creces el objetivo que Balzac se había marcado. Características generales[editar] La Comédie humaine consta de 95 obras completadas -de las cuales 85 son novelas, y el resto relatos y ensayos analíticos-, y de 48 obras inacabadas (de algunas sólo se tiene el título). Evolución del proyecto[editar] Goethe. La Avant-propos[editar] Philip K. Dick: el hombre que soñaba dioses eléctricos. Es uno de los grandes escritores del siglo XX y sin embargo es de los menos leídos por los grandes escritores. Philip K(indred) Dick (1928-1982) es un autor popular que escribió más de 120 relatos y 30 novelas y cuya influencia sigue creciendo de la mano de filmes basados en sus obras, como Blade Runner (Ridley Scott) o Minority report (Spielberg), Lin Wiseman estrena el 14 de septiembre el remake de Desafío total, Ridley Scott prepara una adaptación de El hombre en el castillo y están en marcha las versiones de Ubik, Fluyan mis lágrimas, dijo el policía y El rey de los elfos.

Trasladado de Chicago a la California beat, el malditismo de Philip K. Dick se fue nutriendo después con su adicción a los alucinógenos y a las anfetaminas y a sus cada vez más frecuentes episodios esquizoides. La escritura de Philip K. Dick no hubiera pasado ningún examen académico. Es obsesiva, deshilvanada, absorbente. "El poder del mal es hacer que la realidad cese de existir. Hábitos de lectura | Typographia 1 Longinotti. Por Natalia CalcagnoCoordinadora del Sistema de Información Cultural de la Argentina (SinCA), de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación. Publicado en Página 12 Las prácticas y los hábitos sociales cambian con menos frecuencia de lo que se supone. Nuestras comidas de todos los días suelen ser parecidas a las de nuestros padres, y nuestros gustos musicales y literarios quizá difieran poco de los que abrazamos en los años de juventud.

Hecha la salvedad, podemos decir que la segunda edición de la Encuesta Nacional de Hábitos de Lectura (ENHL) muestra algunos cambios importantes respecto de su primera edición, diez años atrás. Los hábitos de lectura crecieron en relación con 2001 y también se modificaron. El principal motivo para explicarlo es bastante obvio: la primera encuesta se realizó en plena crisis del país, momento de deterioro de todos los consumos en general y de los consumos culturales en especial. Queda mucho por hacer. Realismo literario. El realismo literario es una corriente estética que supuso una ruptura con el romanticismo, tanto en los aspectos ideológicos como en los formales, en la segunda mitad del siglo XIX. Origen del término[editar] Aparece aplicado a la literatura hacia 1825 para referirse a la imitación por parte de los románticos de la naturaleza y al detalle descriptivo de algunos de sus novelistas.

Más tarde, su significado se precisó para aplicarse a ciertos pintores como Gustave Courbet que, frente a los temas grandilocuentes y las escenografías aparatosas del Romanticismo, llevaban a sus lienzos sencillas escenas de la vida cotidiana; enseguida se aplicó el vocablo a las obras literarias animadas de un propósito análogo de recoger fieles testimonios de la sociedad de la época. Hacia 1850 en Francia una serie de escritores y críticos presentan ya al realismo como una nueva estética alejada u opuesta a la romántica. Descripción[editar] Características[editar] Evolución del realismo[editar] Letra. A Specimen: muestrario de fuentes de composición tipográfica y lenguas, realizado por William Caslon; obtenido de Cyclopaedia (1728). Letras griegas antiguas en una vasija Como símbolo que denotan un segmento del discurso, las letras se vinculan con la fonética. En un alfabeto fonético puro, un fonema simple es denotado por una letra simple, pero tanto en la historia como en la práctica, las letras, por lo general, denotan a más de un fonema.

Un par de letras que designan a un fonema simple reciben el nombre de dígrafos. Algunos ejemplos de dígrafos en inglés son ch, sh y th; mientras que en español encontramos ch, ll, rr, gu y qu. Un fonema también puede ser representado por tres letras, que reciben el nombre de trígrafo. Las letras también tienen nombres específicos asociados a ellas. Las letras, como elementos de los alfabetos, tienen un orden prescrito. Las letras, además, pueden tener un valor numérico. Historia[editar] Artículo principal: Historia del alfabeto Tipos de letras[editar]