CINCO DESAFIOS PARA LA DIDACTICA DE LA LITERATURA EN EL SIGL by Saray Karina Nieto Hernandez on Prezi. La autora de la foto de Aylan espera que su impacto ayude a hallar "una solución" Ankara (Redacción y agencias).- La autora de la foto que ha conmocionado al mundo y en la que se ve a Aylan Kurdi, el niño sirio que apareció muerto en una playa de Turquía, ha confiado este jueves en que el "impacto" generado ayude a encontrar una solución a la crisis de refugiados.
"Cuando me di cuenta de que no había nada que hacer para devolver a la vida a aquel niño, pensé que tenía que tomar su foto (...) para mostrar la tragedia", ha contado Nilufer Demir, la fotógrafa de 29 años que trabaja para la agencia de noticias turca Dogan que realizó la instantánea. "Espero que el impacto que esta foto ha creado ayuda a lograr una solución", ha confiado en declaraciones realizadas a la cadena CNN Turk. El pequeño ha sido identificado como Aylan Kurdi, de 3 años. Su hermano de 5 años, Galip, y su madre, Rehan, de 35, también murieron después de que el barco en el que viajaban hacia Grecia volcara. "Inmediatamente vimos que estaba muerto y no había nada que hacer", prosigue.
La historia de Aylan, el niño que nunca conoció la paz. El cuerpo leve e inerte de Aylan Kurdi pesa sobre toda Europa.
Ese niño de tres años que, en lugar de patear las olas y rebozarse de arena, yacía muerto y solo en la playa turca de Bordum se ha convertido en el símbolo de una tragedia que lleva más de cuatro años desangrando Siria, pero que ahora llega a las puertas de nuestras casas y nos abofetea con su horror. Aylan, regordete y alegre en las fotos familiares, nunca supo lo que era la paz. Su corta vida transcurrió entre la guerra y la huida. Tampoco su hermano mayor, Galip, que ha muerto a los cinco años. Ambos procedían de la ciudad siriokurda de Kobane, una población fronteriza con Turquía que se convirtió en el escenario de una de las batallas más encarnizadas entre el Estado Islámico y la guerrilla kurda que logró expulsar a los yihadistas a principios de este año. "Cogí a mi mujer y mi hijo de la mano, pero resbalaron"
Jueves, 3 de septiembre del 2015 - 17.09 h El padre del niño de tres años sirio que se ahogó este miércoles en una playa turca junto con su madre y otros 10 refugiados ha asegurado que se está preparando para llevárselos de vuelta a su pueblo natal de Kobani.
Abdullah Kurdi apareció en frente de las cámaras este jueves al salir del tanatorio de la ciudad de Mugla, cerca de Bordum, donde fue encontrado el cadáver de Aylan. Una fotografía del cuerpo del niño en una camiseta roja y unos pantalones apareció en los periódicos de todo el mundo, hecho que ha servido para despertar de una vez por todas la indignación de la población europea y mundial para con la situación de los refugiados sirios y iraquís, eritreos y afganos mayoritariamente. "Las cosas que nos han pasado aquí, en en un país donde nos hemos refugiado para escapar de la guerra, queremos que la gente las vea.
Artistas de todo el mundo rinden homenaje al niño sirio ahogado. Un niño es el mundo entero. Un policía recoge el cadaver de un niño en una playa de Turquía. / Ap La muerte de un niño es una afrenta, un grito de la vida contra la muerte.
Un niño muerto en la playa, en el lugar en el que se produce ese idilio del mar con la tierra y que ahí no desprende felicidad sino el terrible sonido de una noticia que llueve como el llanto en el corazón. Un niño muerto en la playa, buscando refugio en el mundo, huyendo de la guerra, escapando del cruel sonido de las armas y también del hambre. Esta imagen del niño sirio muerto en una playa turca, la desolación que desprende el gesto del guardia que fue a salvarlo, la luz, la playa, esa orilla que parece un símbolo del propio paso descalzo del muchacho por un mundo que ya no lo va a recibir nunca, ni a él ni a tantos.
Es un poema desgarrador, un réquiem como aquel que entonaba José Hierro: es un niño como millones de niños, un ser humano que ya ríe y pregunta y persigue sombras como si fueran juguetes. Se llamaba Aylan y tenía tres años. Jueves, 3 de septiembre del 2015 EN BRAZOS Un guardacostas turco se lleva el cuerpo sin vida de AylanKurdi, de tres años.
Debería ser la foto del cambio; el punto de inflexión de una tragedia que ha generado ya incontables imágenes demoledoras. Como lo fue para Vietnam la escena de la niña de 9 años que huía desnuda de un ataque de napalm. O como lo fue para la ex-Yugoslavia la escena de los refugiados de Kosovo detrás de una valla con alambre de púas en Albania. La fotografía de la portada de hoy es posiblemente la más conmovedora del éxodo sirio. El contexto de la foto es este: al menos 12 personas, se cree que todas de nacionalidad siria, se ahogaron al hundirse dos barcas que zarparon del sudeste de Turquía en dirección a la isla griega de Kos. Uno de los dos botes, con 16 sirios, se hundió nada más partir de Akyarlar, en la península de Bodrum.
Según los medios turcos, el niño de la camisa roja brillante, que yace boca abajo, sin vida, tenía 3 años y se llamaba Aylan Kurdi. SIRIA: Las redes convierten al pequeño Aylan en símbolo del drama de los refugiados.