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Dios y la Biblia

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La oración en Getsemaní, la experiencia de orar con fervor. Al pensar en los momentos de aquella oración de Jesús en Getsemaní, registrada en el capítulo 26 de Mateo, se nos viene a la mente un versículo otorgado a Asaf en Salmos 50:15 “invócame en el día de la angustia; yo te libraré, y tú me honrarás”.

La oración en Getsemaní, la experiencia de orar con fervor

Luego de la terminación de la cena celebrada en el aposento alto, la noche previa a la Pascua, Jesús fue con sus discípulos al monte de los Olivos, al lugar llamado Getsemaní y empezó a orar. Comenzó a sentirse triste y angustiado: “Mi alma está muy triste hasta la muerte —les dijo—. quedaos aquí, y velad conmigo”. Sorprendente ver la angustia en la que el Hijo de Dios se encontraba. Se postró sobre su rostro y oró: “Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo.

Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú”. Jesús, al acercarse a Getsemaní se fue sumiendo en un extraño silencio. ¿Existe un Santuario Celestial? Allí es donde se intercede por nosotros. Muchas personas se cuestionan sobre si en verdad existe un Santuario celestial donde habita Dios y donde Jesús trabaja como sacerdote intercediendo por su pueblo.

¿Existe un Santuario Celestial? Allí es donde se intercede por nosotros

El juicio de Dios para el fin de los tiempos. Todos pasaremos por él. Por medio del juicio de Dios se decidirá quiénes podrán disfrutar de la eternidad y quiénes perecerán para siempre.

El juicio de Dios para el fin de los tiempos. Todos pasaremos por él

Dando un paso más allá en el tema de lo que sucede cuando una persona muere que leímos antes, es necesario revisar cómo se decidirá si los resucitados irán al cielo o al infierno. Empecemos leyendo Juan 5:27-29 “Y también le dio poder de hacer juicio, en cuanto es el Hijo del hombre. No os maravilléis de esto; porque vendrá hora, cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; Y los que hicieron bien, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron mal, a resurrección de condenación”.

El pecado es transgredir la ley, su función no es la de salvar. ¿Qué es pecado?

El pecado es transgredir la ley, su función no es la de salvar

Normalmente se diría que es hacer lo malo, quizás ofender a Dios, o pensar, decir, actuar de una manera inadecuada. Los mandamientos de la Ley de Dios en la Biblia. ¿Para qué es la Ley? La Ley de Dios se dio como muestra del amor del Creador.

Los mandamientos de la Ley de Dios en la Biblia. ¿Para qué es la Ley?

Es la manera de cuidarnos del pecado al gozar de plena libertad en nuestras vidas. Cristo viene pronto ¿Por qué deberíamos pensar sobre el mundo futuro? Sabiendo que Cristo viene pronto, podemos citar un texto de Mark Finley que resumido dice así: “Una de las principales razones por las que no tenemos que vivir con miedo, consumidos por la preocupación y la ansiedad, es porque sabemos cómo termina la historia.

Cristo viene pronto ¿Por qué deberíamos pensar sobre el mundo futuro?

Sabemos que la enfermedad no tendrá la última palabra: Cristo sí… Vemos el potencial del desastre nuclear y el cambio climático. Hay pestes que quitan la vida a miles de personas. Vemos estas cosas, pero tenemos una esperanza que nos permite continuar en los momentos más difíciles de la vida. Hay una sensación de confianza que nos lleva a través de estas dificultades, porque hemos leído los últimos capítulos de la Biblia. Sabemos cómo termina la historia. Cristo viene de nuevo y viene pronto Si alguna vez perdemos nuestra visión de la venida de Cristo, perderemos nuestra esperanza. ¡En eso tenemos que pensar! Cada uno piense en una escena que haya llenado sus ojos, un viaje, un cielo estrellado, algo de la naturaleza, no sé.

El Reino de Dios y la parábola de los talentos. ¿Cuáles son los talentos? “El Reino de Dios” y su sinónimo, “El Reino de los Cielos” es un tema central en el Nuevo Testamento.

El Reino de Dios y la parábola de los talentos. ¿Cuáles son los talentos?

Un reino implica la existencia de un rey, y nuestro rey es Jesús. Él dijo que su reino no es de este mundo (Juan 18:36) y que su autoridad no proviene de la autoridad humana, sino de la autoridad de Dios (Lucas 22:29). No estamos bajo la ley sino bajo la gracia . ¿A qué se refiere Pablo? “El pecado no se enseñoreará de vosotros, pues no estáis bajo la Ley, sino bajo la gracia”.

No estamos bajo la ley sino bajo la gracia . ¿A qué se refiere Pablo?

Romanos 6:14. Debemos entender que los textos de Pablo en ocasiones necesitan ser revisados con reflexión para no ser mal interpretados. ¿Quién es el Espíritu Santo? ¿Es una persona o una energía de Dios? La Biblia menciona al Espíritu Santo más de 100 veces en el Antiguo Testamento y más de 200 en el Nuevo.

¿Quién es el Espíritu Santo? ¿Es una persona o una energía de Dios?

Debemos depender de Dios, velar y orar. Se acerca la hora definitiva para este planeta y cuando llegue nos faltará la provisión que hemos debido adquirir y no hicimos por estar confiados en nuestras propias fuerzas sin depender de Dios.

Debemos depender de Dios, velar y orar

Nuestro problema pasa por el poco orar y velar que ejercemos en nuestro diario vivir. La lluvia tardía, el fuerte clamor será más abundante antes de venir Cristo. El concepto de la lluvia tardía en la Biblia lo hemos escuchado en múltiples ocasiones, pero para darle una correcta aplicación en nuestros días debemos empezar con los capítulos 13 a 17 del evangelio de Juan, donde nos encontramos con las palabras dirigidas por Jesús a sus discípulos en el aposento alto, la noche previa a la pascua, en la cual les anuncia su separación ya que iba a morir en manos de las autoridades civiles y religiosas del momento. Dentro de todas las promesas allí expresadas en esta reunión, resalta una a la que no suele darse mayor importancia, pero es vital para nuestro vivir en el día a día, la promesa del Espíritu Santo.

Juan 14:15-17 Si me amáis, guardad mis mandamientos; y yo rogaré al Padre, y Él os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre; el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis; porque mora con vosotros, y estará en vosotros.