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Gastón Leroux

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El infierno de Barbusse: Vibrante Literatura ("El misterio del cuarto amarillo" de Gaston Leroux) Estas dos ilustraciones de Gonzalo Izquierdo plasman dos momentos extraordinarios de la novela que me ha tenido sepultado en el sofá el pasado fin de semana. ¡Qué placer, que intensidad de lectura, qué querer saber más, ávidamente, del misterio que se va desgranando poco a poco bajo la rotunda lógica y el análisis más exhaustivo! Esta obra acaba de renovar mis ganas de más libros así, de historias que tienen la propiedad de hipnotizarte y de agarrarte y de captar toda tu atención y toda tu concentración hasta tal punto de que solo deseas que te dejen tranquilo para volver a abrir sus páginas y gozar en aquella maravillosa y estimulante ficción. Magia de la literatura. Razón del arte. ¿Qué les voy a decir de esta obra de Leroux?

Que la lean, ya, ahora. Que apaguen su televisor, que enciendan su mente, que abran su libro, que perdonen las inclemencias de la traducción (no hay edición española que se salve, pero da igual), que gocen, en definitiva, de El misterio del cuarto amarillo. Gaston Leroux. Biografía y libros. El Fantasma de la Opera. Biografia de Gaston Leroux. El Libro. El hombre que creó el mito del Fantasma de la Opera: Gaston Leroux Gaston Leroux fue un versátil escritor francés apasionado por el teatro, preocupado por la muerte y su frontera con la vida, así como la reencarnación alternativa.

Sus primeros años los vivió en Normandía, donde estudió, comenzó a escribir y a ganar premios por sus habilidades literarias. En 1889 su padre murió y le dejó un millón de francos como herencia; era una gran cantidad para un joven de veintiún años que en muy poco tiempo despilfarró totalmente. Inevitablemente tuvo que afrontar la dura realidad y buscar un trabajo, sin embargo valoró en gran medida su experiencia con los abusos mundanos. Renunció a sus proyectos de ser abogado y comenzó a colaborar con L’Eco de París, el periódico que había publicado algunos de sus poemas y relatos.

Muy pronto fue aclamado por sus acertados puntos de vista y peculiar estilo de narrar acontecimientos. El hombre que creó el Fantasma. Joseph Rouletabille. Joseph Joséphin, conocido como Rouletabille, es un joven reportero de 18 años. Desde los 16 años trabaja como periodista. Entró a formar parte de la redacción de L'Epoque de París cuando encontró el pie desaparecido de los restos de un asesinato y el diario se quiso apuntar el éxito incorporando a Rouletabille a la plantilla.

Cabeza pequeña y redonda como una bola, de ahí su mote, Rouletabille, bola de ruleta. Ojos redondos, buenos mofletes, a menudo se pone rojo como un tomate. A veces, alegre como unas castañuelas, otras, serio como un Papa. Fuma en pipa. Servicial, espabilado, dotado de una inteligencia despierta y original. El relator, así se denomina a sí mismo, de sus aventuras es Saintclaire un amigo y joven abogado que trabaja como pasante. "El misterio del cuarto amarillo" se desarrolla en 1892.

Comentario personal "El misterio del cuarto amarillo" es un plomazo. Para comer tortilla con tocino y bistec de solomillo bajo a la parrilla. Libros de Joseph Rouletabille Otros libros. Gastón Leroux. Gastón Louis Alfred Leroux (París, 6 de mayo de 1868 – Niza, 15 de abril de 1927),[1] [2] escritor francés de principios del siglo XX, que ganó gran fama en su tiempo gracias a sus novelas de aventuras y policiacas tales como El fantasma de la ópera (Le Fantôme de l'opéra, 1910),[2] El misterio del cuarto amarillo (Mystère de la chambre jaune, 1907) y su secuela El perfume de la dama de negro (Le parfum de la Dame en noir, 1908).[3] Trabajó en los periódicos L'Écho de Paris y Le Matin.[2] Viajó como reportero por Suecia, Finlandia, Inglaterra, Egipto, Corea, Marruecos.

En Rusia cubrió las primeras etapas de la revolución bolchevique. Aparte de su trabajo como periodista, tuvo tiempo para escribir más de cuarenta novelas que fueron publicadas como cuentos por entregas en periódicos de París. Gastón Leroux fue a la escuela en Normandía, estudió derecho en París y se graduó en 1889. En 1890 él comenzó a trabajar en el diario L'Écho, de París, como crítico de teatro y reportero.